Consecuencias de las injustas sentencias sobre la subrogación

Estimados empresarios y amigos,

Las decisiones equivocadas producen consecuencias negativas. Este es el caso de las nefastas e injustas sentencias dictadas hace ya algunos años por el Tribunal Supremo y el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea sobre la subrogación. Ambas sentencias obligan a las empresas que suceden a una anterior en una contrata, una práctica muy habitual en nuestro sector, no solo a subrogar a la totalidad de los trabajadores, sino también las posibles deudas que la empresa saliente tenga con los trabajadores y con organismos como la Seguridad Social. Un sinsentido y una injusticia en toda regla. 

El Tribunal Supremo justifica esta decisión con el argumento de que “se produce una transmisión de empresa, encuadrable en el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, si la sucesión de contratas va acompañada de una entidad económica entre las empresas saliente y entrante”, una transmisión que incluye la asunción de las obligaciones del empleador saliente. Ahora vemos las consecuencias: trabajadores sin cobrar que ninguna empresa quiere subrogar para no tener que asumir las deudas de la empresa anterior.

Este planteamiento, del que ya os he dado mi punto de vista en incontables ocasiones, no solo es abusivo e injusto, sino que atenta, en un primer plano, contra los intereses de las empresas cumplidoras y, en un segundo término, contra los intereses de los propios clientes, quienes van a tener muchas dificultades para encontrar empresas que quieran concurrir a concursos que puedan suponer la puntilla final a su actividad. Además, y para colmo, perjudica a los trabajadores que en situaciones complicadas, dejan de cobrar sus nóminas y la situación actual dificulta una solución rápida. 

Quiero trasmitir desde esta tribuna, que este es uno de los principales retos que nos ocupa en AFELÍN y, en colaboración con ASPEL, estamos trabajando en varias iniciativas a nivel nacional y europeo para revertir esta situación. Os mantendremos informados. 

Un abrazo,

Jesús Martín, presidente de AFELÍN