Utensilios y técnicas para la limpieza de cristales
Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de escoger las herramientas más adecuadas para la limpieza de cristales. Dependiendo del tipo de vidrio que se vaya a limpiar serán necesarios unos utensilios u otros. También hay que tener en cuenta su ubicación, ya que no es lo mismo limpiar los cristales exteriores que los interiores puesto que tendrán diferentes tipos de suciedad. En este artículo mostramos los principales útiles, químicos y técnicas para la limpieza profesional de superficies acristaladas.
Útiles
- Cepillo de cristalero: tiene cerdas blandas para evitar rayar el cristal y se utiliza cuando los cristales tienen residuos como polvo o telarañas.
- Esponja y rascador: sirven para despegar las suciedades más adheridas al cristal.
- Mojador o empapador: se utiliza para mojar los cristales y poder frotarlos después, eliminando así toda la suciedad. Es de algodón y se le puede acoplar un palo al mango para llegar a las zonas más altas.
- Racleta limpiacristales: su forma es igual a la del empapador, pero en lugar de tener un vellón de algodón, tiene una goma. Esta sirve para arrastrar toda la suciedad de la superficie del cristal y secarlo a la vez, con una sola pasada.
- Pinza de agarre: se utiliza para sujetar las esponjas y bayetas a un palo y poder utilizarlas en zonas a las que no alcanzamos con las manos.
- Cubo de cristalero: es similar al de la fregona ya que cuenta con una prensa para escurrir.
- Paños y bayetas: la más absorbente y profesional es la gamuza de piel. luego tenemos los paños de algodón y los de microfibra. Se utilizan para ir secando el labio de goma y para eliminar posibles marcas que hayan dejado los aparatos de cristalero.
- Pértigas: indispensables para la limpieza de cristales de altura.
Químicos
Al igual que ocurre con las herramientas, los productos de limpieza de cristales dependen de diferentes factores como el tipo de cristal, de la suciedad y del estado en el que se encuentren. Una de las principales recomendaciones es emplear productos que no necesiten grandes disoluciones en agua para los cristales interiores, ya que las condiciones de secado no son las idóneas. Para exteriores lo mejor son las soluciones jabonosas, pero en este caso es imprescindible asegurarse de que retiramos todo el producto para evitar futuras manchas. Por último, para las superficies que contengan restos de materiales o pegamentos, se deberán utilizar productos que contengan alcohol o acetona.
Técnicas
- Estándar horizontal: Primero se debe humedecer el cristal con el empapador. Después se humedece la racleta y se coloca en posición vertical en la esquina superior izquierda de la ventana. Una vez posicionada y sin levantarla del cristal, se lleva hacia el otro extremo de la ventana. Al finalizar ese tramo, se seca la goma de la racleta y se repite el mismo movimiento justo en el tramo inferior al que acabamos de limpiar. Esta operación se repite tantas veces como sea necesario hasta llegar al extremo inferior del cristal. Además del movimiento horizontal también hay que tener en cuenta que es necesario realizar una ligera inclinación hacia abajo para evitar ensuciar las zonas ya limpias. Por último, al finalizar se secan los bordes y marcos de la ventana con una bayeta o una gamuza seca.
- Estándar vertical: Esta técnica es similar a la anterior pero en lugar de realizar los movimientos en horizontal, se realizarán en vertical. Para ello, la racleta se coloca de forma vertical sobre la esquina superior izquierda y se irá desplazando de arriba a abajo hasta llegar al extremo derecho del cristal.
- Mariposa: Se trata de una técnica similar a la horizontal pero, en este caso, la racleta no se despega nunca del cristal. Cuando se llega a un extremo, se realiza un movimiento de muñeca para dirigirnos hacia el extremo contrario y así hasta el final. Es una técnica mucho más profesional, que requiere mayor experiencia que las anteriores para que el resultado sea el esperado.
- Estándar con barra: Empleada para trabajos de altura, en los que es necesario utilizar una barra alargadora para alcanzar el cristal. Los movimientos pueden ser tanto verticales como horizontales, no obstante, hay que tener en cuenta que en este caso es necesario hacer más presión para que la limpieza sea efectiva.
Fuentes consultadas:
- Limpiezas Alfil
- Eurosanic
- Unger
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