Paco Carnicero (pcvillar@prevensaludlaboral.com) | 758
Jueves, 09 de Febrero de 2023
Técnicas de motivación para trabajadores/as del sector limpieza

¿Tiene sentido para mí el trabajo al que acudo cada día?

Una mentalidad de adaptación del empleado/a es clave para lograr los objetivos de la empresa. “Que no sea algo aburrido pasar 6 u 8 horas en el trabajo, sino que disfrutes de lo que haces y de lo que puedes llegar a cambiar, sintiéndote parte de un proyecto transformador e ilusionante de la empresa”. Ésta es una de las muchas reflexiones que propone Paco Carnicero, quien además de formador en pequeñas, medianas y grandes empresas del sector, ha estado vinculado algunos años a la gerencia de Limpiezas Poniente de Benidorm. La justificación de su propuesta de incorporar una introducción amplia de motivación previa a los contenidos de los cursos (Certificados Profesionales, obtención del CPL, etc.), es la de poder disponer así, de una valiosa oportunidad para descubrir mucha información sobre los asistentes a los cursos, con el propósito de generar un clima cargado de motivación para contar con su interés y poder así favorecer una participación activa y comprometida con la formación.

 

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Apostar por la formación es una de las maneras más eficaces que tienen las empresas de limpieza para reforzar la motivación de sus trabajadores

 

 

Es sabido que, en nuestro sector en general, es notoria la falta de motivación para acudir a “cursos” y menos hacerlo con su mejor actitud y participación activa, pero si, además, el curso arranca entrando directamente sobre sus contenidos -en frío- sin averiguar las necesidades, objetivos y motivación de los asistentes, aún se puede hacer más duro para ellos.   


Así que, en esa fase previa motivadora a los cursos, echo mano como ejemplo -entre otros recursos- de una analogía con el personaje de Ana. una de las protagonistas del libro “El Líder que no Tenía Cargo” de Robin Sharma (se trata de una fábula con intención didáctica, muy recomendable leer a quien no lo haya hecho). Ana es una limpiadora de un hotel que nos lanza, para el debate y participación, sentencias como estas:

 

 

- “El trabajo de una limpiadora profesional, no lo hace cualquiera”


- “Mi trabajo es esencial para los clientes de mi empresa hotelera”


- “Me gusta hacer mi trabajo como si fuera en mi casa”


- “Con mi actitud responsable, estoy gestionando la salud de los trabajadores y clientes del hotel, así como la imagen de mi empresa”


- “Todos los días en mi trabajo doy lo mejor de mí como profesional de la limpieza”


- Percibo con placer que con mi actitud influyo positivamente en los clientes del hotel, mejorando mi trabajo en todo lo que hago para que tengan una experiencia agradable en su estancia


- “Y todo esto, sabiendo que las empleadas de la limpieza no recibimos el respeto que nos merecemos por parte de la sociedad, clientes y a veces de nuestras propias empresas. Pero todo esto me da igual, porque lo único que me interesa es lo que yo pienso de mí misma, conozco el valor de mi trabajo y siento orgullo de lo que hago”


- “Recomiendo que miremos con algo más de profundidad nuestra profesión, porque esta actitud es el camino por el que debemos andar los profesionales del sector para que llegue ese momento que la sociedad reconozca el valor de nuestra actividad profesional”

 

 


Ana nos está invitando a transmitir a los trabajadores del sector a que aspiren a ser mejores profesionales, porque así podrán disfrutar de la agradable emoción del trabajo bien hecho y esto ocurre cuando el trabajador da lo mejor de si mismo/a. Como dice Ana, además, este estado emocional repercute positivamente en la vida personal del trabajador.

 

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Es cierto que llegar a una mentalidad generadora de los comportamientos como los que expresa Ana no es nada fácil, pero nos marca el camino. Directivos de empresas de todo tipo son conscientes que aquellas empresas impulsadas por valores están obteniendo mayores éxitos, puesto que son capaces de generar altos niveles de compromiso por parte de los empleados porque tienen mentalidad y comportamientos adecuados para lograr objetivos.

 

 

¿Por qué es tan importante la formación?

Es evidente que la formación aporta mucho valor al trabajador y a la empresa, pero algunos de los aspectos positivos que proporciona a veces se pasan por alto. Un ejemplo de ello es que la formación de los profesionales de la limpieza, es una de las vías clave para mejorar la motivación de los propios trabajadores. Así pues, con una buena formación, los trabajadores no solo mejorarán sus conocimientos en técnicas de limpieza, sino que además elevarán la motivación en su trabajo diario y el compromiso con su empresa para apoyarla a responder con éxito a la dictadura de los cambios que exige la nueva realidad empresarial de cada momento.

 

 

El trabajo de un limpiador profesional no lo sabe hacer cualquiera. Es necesario dignificar y reconocer su labor

 

 

En muchos procesos de selección de personal, es habitual percibir de los candidatos el mensaje “para trabajar en la limpieza no es necesario formación”. Debemos contestar con firmeza a este mensaje erróneo. Es inimaginable, las dificultades que tienen los responsables de RR.HH. de las empresas de limpieza a la hora de reclutar personal. Por otro lado, escuchamos con frecuencia a supervisores y encargados su descontento por errores de los empleados, muchos de ellos por carecer de las necesarias competencias, así que es lógico pensar que tenemos que disponer de planes de formación profesional continua para lograr entre otros, dos objetivos importantes:


- Aumentar la productividad y competitividad


- Reforzar la motivación del empleado, que percibe mayor estabilidad en su empleo y disfruta de la agradable sensación del trabajo bien hecho y reconocido, fomentando a su vez un mayor compromiso con la empresa. Un compromiso mutuo muy necesario, que facilita la mejora del clima laboral, la reducción del absentismo y el presentismo improductivo.

 

 

Desmontando mentiras

 

- Todo el mundo puede limpiar: ¡MENTIRA!

Hacerlo implica el dominio de técnicas de limpieza, higienización, desinfección, propiedades de los productos, tipos de superficies, o criterios para el cuidado de las instalaciones, mobiliario etc.

 

- Todo el mundo vale para satisfacer las necesidades del cliente: ¡MENTIRA!

No todo el mundo tiene los conocimientos técnicos, ni la actitud ante el cliente para favorecer su fidelización.

 

- Todo el mundo es capaz de hacer de todo: ¡MENTIRA
Los limpiadores que no están formados no podrán desempeñar correctamente su trabajo, con el consiguiente descrédito de la persona que lo realiza, de su empresa y del sector a nivel global.

 

 

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Conclusión
Está claro que las empresas tenemos que poner el foco principal en los trabajadores, el recurso más valioso que tenemos, y hemos de demostrarlo dotándoles de empoderamiento, que traducimos en el fortalecimiento de su formación, que les ofrece mayor motivación en su trabajo y un refuerzo -a menudo necesario- de su valía, actitud y compromiso. Sabemos que dicho empoderamiento está conectado con la cooperación entre empresa y trabajador y -por supuesto-, con su desarrollo profesional y formativo.

 


Si quieres leer el artículo completo (de 6 páginas), envía tu correo a pcvillar@prevensaludlaboral.com

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