Por Pedro Rodríguez, fundador de Quimeltia
Residuos de envases, un nuevo dolor de cabeza para las pymes del sector
Las grandes empresas lo han resuelto rápidamente. Han contratado a una gran consultora que les ha cobrado un dineral por decirles que la fundación de una asociación es la mejor forma jurídica para cumplir con las nuevas obligaciones de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), que las nuevas disposiciones (Ley 7/2022 y Real Decreto 1053/2022) han establecido para las empresas que venden productos dentro de envases. Estas empresas han contratado también a una agencia de comunicación de las que presentan facturas de cinco ceros y a partir de ahí ya tienen garantizado difundir la idea. Total, que a estas alturas, y según sus propios números, va a caer casi un millón de euros en gastos “sin recoger un solo envase todavía”. Gastos de preparación y gestión, se llaman.
El nuevo RD 1055/2022 obliga a los productores a gestionar y financiar el tratamiento final de sus envases
Eficiencia en el gasto
En nuestro SCRAP PUNTO GRETA, estos gastos se van a reducir aproximadamente un 80% sobre lo que los grandes han puesto encima de la mesa. O sea, que por cada 100 euros que ellos utilizan para su sistema, el nuestro usa tan solo 20. Es lo que hay. Lo prometimos, dijimos: “seremos muy eficientes en el uso de los recursos” y ahí estamos.
Las obligaciones son claras, y la consecuencia evidente. Es prácticamente impensable que una empresa de los subsectores con los que trabajamos piense en recoger todos los envases que pone en el mercado, algo a lo que por otra parte va a estar obligada desde ahora. Para los envases que van a mercado doméstico, lo solucionó ECOEMBES en su día, pero para los sectores HORECA, institucional, industrias agroalimentarias y ganaderas y de tratamiento de aguas -tanto públicas como privadas, tanto potables como recreativas, dónde se pone en marcha ahora la obligación-, hay que crear estos sistemas de responsabilidad ampliada del productor que marca la Ley (SCRAP).
Para hacer frente a estas nuevas obligaciones, QUIMELTIA lanza el SCRAP PUNTO GRETA, a través del cual se podrán recoger los envases de la forma más eficiente y económica para las empresas
Unir esfuerzos
Una empresa no puede actuar sola y ahí es donde QUIMELTIA, como en otros temas, encuentra su razón de ser. Nuestra eficiencia viene de que a diario estamos con las empresas pequeñas. Las que no dilapidan recursos -de los que carecen-, por eso nuestra eficiencia, ya que en general aprovechamos los recursos compartiendo gastos, y en este caso en particular, no nos dispersamos en múltiples sectores. Nuestro sector dentro de los productos químicos es claro y nuestros subsectores también. Por ello, más del 90% de las retiradas serán de plásticos, sobre todo HDPE, un residuo que hay que revalorizar eficientemente. No somos muy generalistas y esa especificidad nos aporta eficiencia y ahorro de costes que van en beneficio de los asociados.
Desde QUIMELTIA hemos lanzado el SCRAP PUNTO GRETA a través del cual se podrán recoger todos estos envases de la forma más eficiente y económica para las empresas participantes. Concebimos un sistema en el que cada empresa pagará por los envases que ella misma pone en el mercado, y solo por ellos, pero cobrará por los que recoja, algo novedoso en el sector y que va a suponer una revolución en la gestión de envases usados.
Con el SCRAP PUNTO GRETA, cada empresa pagará por los envases que ella misma pone en el mercado y cobrará por los que recoja, algo novedoso en el sector y que va a suponer una revolución en la gestión de envases usados
Potenciación de los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR)
Además, desde PUNTO GRETA vamos a hacer una apuesta especial por la implantación en las empresas en las que resulte aplicable (que son más de las que parece si se hace colaborativamente) de Sistemas de Depósito, Devolución y Retorno de envases (SDDR), dado que la mejor forma de minimizar es la reutilización (pensemos que un envase que se reutiliza una sola vez ya reduce su impacto a la mitad). Este sistema existía ya antes de la publicación de las nuevas disposiciones legales de 2022 pero la cantidad de trámites administrativos que llevaba y que incluían incluso una aprobación previa por parte de la Comunidad Autónoma correspondiente, hacía que muchas empresas ni se plantearan siquiera su implantación. Ahora, al asumir el SCRAP la declaración de las consecuencias del sistema SDDR todo es más fácil para las empresas, que pueden conseguir una reducción sustanciosa de costes si implantan estas auténticas demostraciones de “economía circular”. Por si esto fuera poco, la utilización en los SDDR de sistemas disruptivos digitales que permiten “seguir y tener controlados” a los envases en todo momento, proporcionan un antes y un después en la puesta en el mercado de envases de productos químicos.
Fortaleza de la propuesta
Tenemos ya 100 asociados dados de alta y con sus pagos al día, pero sabemos que a la larga estaremos más cerca de los 1.000 que de los 100. Es cuestión de tiempo que las empresas vayan haciendo frente a esta obligación de manera legal y regular y vayan asociándose con nosotros, sobre todo cuando los tres SCRAPs más notables anunciados hasta ahora pongan a la vista del sector nuestros costes de recogida por materiales. Ya falta poco para eso.
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